Los anacardos contienen ácidos grasos insaturados (omega 3, omega 6 y omega 9), que interactúan entre sí y favorecen el buen funcionamiento del sistema nervioso.
Los frutos secos también son una fuente de vitaminas del grupo B y minerales beneficiosos como potasio, magnesio, zinc, selenio, cobre, hierro, etc.
Los anacardos combaten las placas de colesterol en los vasos sanguíneos y regulan la luz de los vasos sanguíneos. Los frutos secos protegen al organismo del desarrollo de aterosclerosis, esclerosis múltiple y formación anómala de sangre.
El consumo de anacardos puede provocar una disminución de este indicador, lo que es beneficioso para los pacientes con diabetes tipo 2.
Para mantener la salud, consuma anacardos 3-4 veces a la semana. Sin embargo, no hay que olvidar que los frutos secos tienen un alto valor energético: 100 gramos del producto contienen 533 calorías y 42 gramos de grasas saludables.
